TRATAMIENTOS y PROCEDIMIENTOS

Inyección de Puntos Gatillo

Una inyección en el punto gatillo se usa para tratar diversas afecciones dolorosas, como el síndrome de dolor miofascial. Estas inyecciones se utilizan para inactivar las señales de dolor en el cuerpo mediante la liberación de endorfinas y la inactivación del punto gatillo inyectado.

Tus músculos se contraen y relajan cada vez que te mueves. Si un músculo no se relaja por completo, una banda muy tensa de fibras musculares puede sufrir espasmos y formar un punto de activación.

Las lesiones traumáticas, el esfuerzo excesivo, la tensión muscular, los espasmos musculares, los nervios pinzados y las deficiencias hormonales son causas comunes de puntos gatillo.

Un punto gatillo puede causar un dolor extremo. Puede sentirse sensible, duro o contraerse cuando lo toca. En algunos casos, un punto gatillo puede irritar los nervios circundantes y hacer que el dolor se extienda a las áreas cercanas (dolor referido). Su dolor puede limitar su capacidad para moverse cómodamente.

Las inyecciones en los puntos gatillo se realizan de forma ambulatoria. El médico localiza el punto de activación mediante palpación y se marca el sitio.

El ultrasonido también se puede usar para identificar la ubicación del punto gatillo. La piel del lugar donde se va a inyectar se limpia con una solución antiséptica para ayudar a reducir el riesgo de infección.

Se puede aplicar un anestésico local para adormecer el área antes de la inyección para que el procedimiento sea más cómodo para el paciente.

Luego, se inserta la aguja en el punto de activación y se inyecta el medicamento. Se puede aplicar un vendaje en el lugar de la inyección después del procedimiento, si es necesario.