| La artritis de la columna vertebral ("espinal") afecta a las articulaciones de la columna que unen una vértebra con otra. Aunque la artritis puede producirse en cualquier parte de la columna vertebral, la parte lumbar (o inferior) es la más comúnmente afectada. Esto se debe a que esta zona de la espalda es la que soporta la mayor parte del peso del cuerpo. El dolor, la inflamación y la rigidez de las articulaciones de la columna vertebral son indicativos de artritis espinal. Estos síntomas también pueden producirse en los lugares donde los ligamentos y los tendones se adhieren a las vértebras de la columna. Aunque existen más de 100 formas diferentes de artritis, las causas más comunes de la artritis de la columna vertebral son el desgaste, la degeneración de los discos/columna vertebral y los trastornos autoinmunes. Osteoartritis La Osteoartritis es el tipo más común. Está causada por el desgaste de las articulaciones a medida que el cartílago se va deteriorando. La edad, las lesiones de espalda y el uso excesivo provocan este deterioro. Aunque la osteoartritis se considera una forma no inflamatoria de artritis, causa inflamación en los lugares afectados. La artritis inflamatoria, en cambio, se produce cuando el sistema inmunológico ataca y destruye el cartílago. Ejemplos de ello son enfermedades como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante. El dolor y la rigidez de las articulaciones se desarrollan y progresan desde el cuello hasta la parte baja de la espalda. Los síntomas de la artritis espinal incluyen dolor, rigidez, dolor de cuello que se extiende a los hombros y los brazos, dolor de espalda que se extiende a las glúteos y las piernas, y movilidad y rango de movimiento limitados. Una opción de tratamiento para los pacientes que padecen Artritis Espinal es la ablación por radiofrecuencia (ARF). La ARF utiliza ondas de radiofrecuencia para calentar el tejido nervioso y bloquear la transmisión del dolor en su origen. Para ello, ablaciona (quema) el nervio preciso que causa el dolor. La ARF mata el tejido nervioso para aliviar el dolor que no ha respondido a otros tratamientos. Para empezar, se administran al paciente medicamentos por vía intravenosa para relajarlo. A continuación, el médico utiliza una radiografía para guiar la aguja hasta el lugar exacto del nervio en cuestión. A continuación se coloca el pequeño electrodo dentro de la aguja. Posteriormente, se dirige una pequeña corriente de radiofrecuencia a la rama medial o lateral del nervio durante 60 a 90 segundos, creando una lesión por calor en el nervio. El procedimiento completo sólo dura de 15 a 30 minutos y el alivio del dolor puede durar de 6 a 12 meses o más. La ARF es mínimamente invasiva, lo que ayuda a los pacientes a evitar la cirugía en algunos casos, y permite una rápida recuperación y un alivio inmediato del dolor. El procedimiento puede utilizarse junto con otros tratamientos. En especial, un régimen de fisioterapia o de acondicionamiento físico puede ayudar a fortalecer los músculos de la espalda y a estabilizar la columna vertebral. Los ejercicios de fortalecimiento del tronco, en particular, ayudan a reforzar los músculos del abdomen y de la espalda, lo que elimina la presión sobre la columna vertebral, reduciendo así el dolor de la artritis. |
| Actividades ligeras para la columna vertebral |
 La marcha en el suelo Colóquese de espaldas en el suelo, con las rodillas dobladas. Mantenga los brazos a los lados. Apriete los músculos del estómago y levante lentamente la pierna izquierda a 5 o 6 centímetros del suelo. Manténgala durante unos segundos y luego bájela lentamente hasta el suelo. Repita la operación con la pierna derecha. Siga alternando las piernas durante 30 segundos. Repita la operación de 2 a 3 veces. Postura del gato y la vaca Arrodíllese sobre cuatro extremidades con las manos debajo de los hombros y las rodillas directamente debajo de las caderas. Arquee suavemente la columna vertebral y manténgala. A continuación, apriete los músculos centrales y redondee la espalda, como un gato. Muévase lentamente entre estos movimientos y mantenga cada posición durante 10 segundos. Puente Recuéstese de espaldas en el suelo, con las rodillas dobladas. Mantenga los brazos a los lados. Apriete los músculos de los glúteos y levántese lentamente, alejándose del suelo. El cuerpo debe estar recto desde las rodillas hasta los hombros. Mantenga la posición de 8 a 10 segundos, antes de bajar muy lentamente a la posición inicial. Realice dos series de 10 a 15 repeticiones. |
 Estiramiento de las rodillas al pecho Tiéndase de espaldas en el suelo. Tire suavemente de una rodilla hacia el pecho y manténgala así durante 15 segundos. Vuelva a colocar el pie en el suelo. Repita la operación con la otra pierna. Realice esta operación de 1 a 15 veces con cada pierna. A continuación, si es posible, lleve ambas rodillas hacia el pecho y manténgalas, si no hay dolor. Giro suave de la columna vertebral Acuéstese de espaldas en el suelo con las rodillas dobladas. Mantenga los hombros firmes en el suelo. Lentamente, gire ambas rodillas dobladas hacia un lado y mantenga la posición de 10 a 15 segundos. Vuelva a la posición inicial. Repita en el otro lado. Haga de 10 a 15 de estos ejercicios una o dos veces al día. |
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